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Las familias de un cantón en Sonsonate llegan a pescar para preparar los alimentos de este día, como parte de una tradición que tiene treinta años
Decenas de personas se concentran alrededor de la presa Atalaya, en la comunidad San Juan, cantón Santa Emilia, en Sonsonate Centro, a la espera de que ésta sea abierta por tres horas, con la finalidad de que una zona que normalmente pasa seca, se llene y la corriente de agua arrastre peces que son atrapados con atarraya, anzuelos y otras formas.
Es una tradición que la comunidad mantiene desde hace tres décadas y que se realiza cada Jueves Santo.
Los peces que logran atrapar son utilizados para el almuerzo del Viernes Santo, que es un día donde muchos salvadoreños consumen dicho alimento.
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La tradición es conocida como “destape de la presa”, donde llegan adultos y niños con la finalidad de agarrar la mayor cantidad de peces.
Uno de los líderes de la comunidad, Juan Antonio Blanca, explicó que a pesar de que la presa únicamente se abre el Jueves Santo durante tres horas en la mañana, muchas familias organizan un día de convivio pues tras el cierre de la presa, se quedan disfrutando del agua que sale de la presa, que es abastecida por el río Sensunapán.
“Al abrir la presa es más fácil capturar peces como tilapias de casi dos libras, mojarras, y burras, entre otras especies. Esto servirá para los alimentos del Viernes Santo, tal como ha sido la tradición. Aquí el problema es que los dueños de los riegos nos quieren quitar la tradición de pescar tres horas cada Jueves Santo, ustedes pueden ver cuánta gente ha venido hoy, esto es un ambiente familiar y (una) tradición”, comentó Blanca.
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La presa capta el agua y es utilizada para el sistema de riego de la zona agrícola de la zona costera de Sonsonate.
El convivio de las familias durante el Jueves Santo se termina a medida de que el agua que llena una zona de la comunidad se va secando. Sin embargo, las personas se retiran cargados de peces que son consumidos durante el almuerzo del Viernes Santo.
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